Cuidar de una buena higiene bucal es vital para mantener un bienestar general en nuestra salud. Dentro de esto, la escala de personas dependientes que necesita de técnicas y cuidados especiales para cubrir las estás necesidades ha ido aumentando ligeramente.
Hay muchos factores que pueden hacer a una persona incapaz de realizar este tipo de tareas por su cuenta, por tal razón y conociendo la importancia de mantener una boca sana para evitar complicaciones, te brindaremos unos pequeños consejos.
Identificar el grado de dependencia
En primer lugar, no hay ninguna patología bucal que sea sufrida específicamente por personas dependientes, pero ciertos factores como enfermedades neurodegenerativas, neurológicas, psiquiátricas o alguna discapacidad física influye en medida en su grado de necesidad.
Al efectuar una valoración de la salud bucal de alguno de estos pacientes dependientes, es indispensable tomar en cuenta estas características para identificar qué tipo de apoyo va a requerir. Si se trata de uno parcial o total.
Explicar en todo momento
En la medida de lo posible siempre mantén informado a la persona del proceso que va a ejecutarse, sobre todo si tiene presente que no puede cuidar su higiene bucal por sí solo. Simplemente, explícale la forma en que vas a hacerlo y si puede colaborar en el proceso.
¿Cómo hacer el cepillado?
Esta tarea debe realizarse todos los días, por lo menos dos veces, contando con un cepillo de cerdas suaves. Un cepillo electrónico ayuda bastante a retirar los residuos.
El modo en que tiene que hacerse esta tarea depende del grado de movilidad y consciencia que tengan posibilidad de hacer las personas dependientes.
- Si no es totalmente dependiente, puedes cepillar los dientes en manera de barrido verticales, sino en modo horizontal ejerciendo una suave presión.
- Empieza la limpieza yendo por la cara externa, y la interna. Después de limpiar la zona inferior, seguir a la parte superior y la lengua.
- Sí debe cuidarse la higiene bucal en pacientes especiales, puedes usar una torunda con un depresor lingual o una gasa enrollada en un dedo que estén mojados en solución antiséptica, enjuague bucal y haga la limpieza de forma muy suave.